El pasado mes de febrero, Irán anunció su intención de crear su propia criptomoneda como una forma de generar reservas de valor y así poder sortear las sanciones financieras que aplica EE.UU.
La estrategia de Irán es similar a la que siguió Venezuela con la creación del petro; es decir, una criptomoneda creada por el Estado. En el caso de Caracas, respaldada por sus reservas petroleras, consideradas las más grandes del planeta.
El doble propósito de las monedas digitales
Los ataques contra estas iniciativas llegaron casi dos meses antes de que el presidente estadounidense, Donald Trump, emitiera una orden ejecutiva en contra del petro venezolano. En este sentido, la prensa estadounidense alertaba ya en enero que la criptomoneda era un plan de Venezuela y Rusia para evadir las sanciones, según una versión de The New York Times.
Las alarmas contra los anuncios de naciones que han recibido medidas de presión económica por parte de Washington derivan del hecho real de que el mercado de las criptomonedas está fuera de las regulaciones internacionales y, por tanto, actúa con independencia.
Para José Antonio Sánchez, vicepresidente de la firma consultora Binario Internacional, esto puede servir para el doble propósito de “librarse se las sanciones económicas estadounidenses y minar la hegemonía del dólar. De allí la respuesta de Trump a Venezuela”.
Las ventajas para los países sancionados
Sánchéz, investigador especializado en criptomonedas, explicó que estas permitirían a los países bloqueados económicamente “abandonar el patrón dólar”, con lo que le restarían hegemonía a EE.UU.
Además, recordó que el dólar estadounidense “es una moneda fiduciaria que se sustenta solo en el uso” y en la creación de “deuda para refinanciar a los Estados”. Entonces, agregó el especialista, las criptomonedas por definición tienen la virtud de la “neutralidad”.
Desde esa perspectiva, en opinión de Sánchez, “EE.UU. puede ser muy poderoso, pero en el ámbito de este tipo de monedas no es más que un ciudadano cualquiera, ya que [las monedas digitales] fueron concebidas para que las personas participen en igualdad de condiciones”.
Un sistema que no está controlado
Por esas razones existe una gran expectativa, señala el investigador, con anuncios de criptomonedas “creadas por Estados nacionales, debido a que se acercan más a la lógica de la economía tradicional que la manera revolucionaria con que fueron concebidas”.
Así, Venezuela propone crear una criptomoneda propia, porque “si usase bitcóin, por ejemplo, no tendría ningún tipo de control sobre la economía”, y el gobierno de Nicolás Maduro apunta a ponerle freno a “una inflación descontrolada”, asegura el experto.
Refiriéndose específicamente a los casos de naciones sobre las que pesan sanciones económicas y financieras, José Antonio Sánchez considera que las criptomonedas representan “una manera de salir del control económico de EE.UU. a través del patrón dólar”. Y al mismo tiempo, simbolizan la “oportunidad de participar en un ecosistema que no está controlado ni regulado por ningún país hegemónico”.
Otras criptomonedas nacionales
Hasta el momento cuatro países dominan el mercado de las criptomonedas: Japón, Corea del Sur, China y EE.UU.
Sánchez cree que la prohibición de Trump de transar petros podría arrastrar a los surcoreanos, “que son aliados de Washington”, y “quizá a Japón”, dejando solo la opción china para que el criptoactivo venezolano pueda ser aceptado como moneda convertible en un mercado internacional.
Además, el investigador considera que las otras naciones que han anunciado que proyectan sus propias criptomonedas miran con atención el desarrollo del petro venezolano.
Al respecto citó los casos del criptorrublo presentado ante el Parlamento ruso o los proyectos de criptomonedas chinas (VeChain, NEO o Qtum), que aunque no surgen con un marco de sanciones como las que pesan sobre Irán y Venezuela, “sí presentan una salida a la hegemonía del dólar estadounidense”, y al tratarse de criptoactivos creados por Estados Nacionales, la experiencia del petro ofrecerá “luces para el camino de ofertas similares”, opinó.
La tarea pendiente
El petro, a pesar de ofrecer garantías a quienes aspiran adquirirlo, afronta el reto imprescindible de “generar una comunidad que crea en ese tipo de moneda y que la utilice”, indica Sánchez.
La credibilidad en la nueva moneda “vendrá asociada al uso”, ya que un volumen importante de transacciones le dará fluidez a la criptomoneda venezolana.
Además, recordó que el patrón papel (moneda) tardó casi 400 años en imponerse, mientras que la tarjeta de crédito, “último avance tecnológico” que se introdujo a nivel económico, “tardó cerca de 20 años en hacerse cotidiana”.
Con el avance de la tecnología actual, finaliza el experto, la implementación de una criptomoneda debería ser mucho más sencilla. “El éxito de las criptomonedas y el abandono del patrón dólar pondrá a economías pequeñas como Venezuela, Irán o Turquía, en igualdad de condiciones frente a otros actores como EE.UU., Francia o Alemania, dentro de ese ecosistema”, dijo el investigador.
Ernesto J. Navarro
Fuente: actualidad.rt.com
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